jueves, 9 de julio de 2009

Comunicación y Cultura


Ferrés en su libro Educar en una cultura del espectáculo, explica que “el paso de una cultura de la letra impresa a una cultura de la imagen suele considerarse negativo en el ámbito de la educación”, dado de los alumnos de esta nueva civilización son más permeables a la imagen que a las letras impresas, les atrae mucho más la TV o el Internet que un libro, revista o diario.
Hay que tener en cuenta el punto de partida, dado que de esa forma se puede lograr entender cuál es el principio. Es por este motivo que “el cambio que estamos experimentando supone una auténtica revolución solo comparable a la aparición de la imprenta; hemos cambiado de era y la escuela debe adaptarse a los nuevos sistemas”.
Para lograrlo es necesario que tengamos en cuenta la pertenencia de la sociedad a la civilización de la imagen o audiovisual. La idea de estar viviendo en constante revolución, puede ser sustentada desde varios enfoques, tales como:
*En un principio la Radio (década del ´30/´40)
*Luego a través de la TV, dado que nos acerca a cualquier hecho en el momento en el que se está produciendo.
*Por último el Internet, que es el gran cambio debido a que es el medio más simultáneo y actual, en el sentido de que se renueva minuto a minuto.
“El Internet acentúa esta cuestión del directo porque independiza a los públicos de los puestos de televisión fijos a tierra, y entonces uno puede subir la noticia con transmisiones que no están fijas a tierra por antena. Entonces la aceleración del directo es muy superior”.
Esto se debe a los avances tecnológicos, es decir, que “los grandes fracturas son fracturas tecnológicas, que impulsaron las transformaciones culturales”. Pero si bien las nuevas tecnologías sirven para ampliar los materiales de estudio, hay que tener en cuenta que existen personas que creen y consideran que esto no es así. Estas personas condenan a la realidad en la TV o el Internet exponiendo que ésta se convierte en fantasía en vez de ser una fuente de conocimiento o educación, los categorizar como fuentes de fabulación.Aún así, hay programas como Algo habrán hecho por la historia argentina que si bien utilizan un medio como la TV, no deja de ser programas educativos adaptados a un guión televisivo y creativo para poder captar a un público más amplio y, de esta manera, poder llevar algo de historia y cultura a aquellos hogares que no pudieron, o no pueden, acceder a una digna educación.





Por: Jimena S. Soria

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