miércoles, 10 de junio de 2009

La identidad se construye

Cuando se piensa en identificación en el sentido común, según Stuart Hall, se puede decir que es construida sobre el reconocimiento de algún origen común o algunas características compartidas con otra parte o grupo, o con un ideal y con una clausura natural de solidaridad y lealtad establecida sobre estas bases, aunque lo que plantea el autor exactamente es que la identificación es una construcción, un proceso nunca completo en donde interviene el espacio y el tiempo.
La identificación es un proceso de articulación, una construcción que nunca termina. Se construye mediante experiencias, no es una esencia sino una estrategia.

Las identidades se construyen a través de las diferencias que existen entre unos y otros por eso es que siempre esta sujeta a cambios.
En este proceso de socialización también se ven afectados los sentimientos personales, las emociones, que no son una emanación singular del individuo sino la consecuencia intima de un aprendizaje social y una identificación con los otros que nutren su sociabilidad y le enseña lo que debe sentir y de que manera. De esta forma se pueden ejemplificar las diferencias en las identidades como se nutren entre si.

Las diferencias entre las identidades ayudan a las mismas. Ciertas identidades excluyen, omiten, deja afuera o desprecian a otras cuando no tienen ningún parecido. Sin embargo de esta forma se puede sustentar aun más. Las discrepancias con el otro permite que uno pueda constituir si identidad, relacionándose con lo que falta, con su afuera constitutivo. Las identidades nunca se unifican, actualmente están cada vez mas fracturadas y fragmentadas.

Como indica el autor Stuart Hall la identificación es un proceso nunca determinado, siempre en proceso que se relaciona con las contingencias, con las cosas que pasan en la vida. La identificación es una construcción sujeta al juego de las diferencias.
“Las identidades son más un producto de la marcación de la diferencia y la exclusión y no un signo de la unidad idéntica y naturalmente constituida”. Es decir que prefiero o me gusta esto porque me diferencio de lo otro.
Por lo que “Sólo puede construirse identidad a través de la relación con el otro, la relación con el que no es, con lo que justamente le falta, con lo que se ha denominado su afuera constitutivo”.

Así mismo a través del discurso, del pasaje de la lengua, se construye la identidad que a su vez se defina por oposición; para lo cual es necesario comprender que vivimos en una sociedad en donde cada individuo cumple un rol que se vincula directa o indirectamente con el otro.

“El sujeto es producido como un efecto a través y dentro del discurso, en formaciones discursivas especificas, y no tiene existencia, y ciertamente ni continuidad trascendental o identidad, de una posición de sujeto a otra”. (Stuart Hall)



No hay comentarios:

Publicar un comentario